El sexto sentido se refiere a la capacidad de intuir (del latín in y tueri= mirar hacia adentro) ciertas circunstancias.
Es una sensación difícil de explicar porque no forma parte del proceso de información intelectual racional; se presenta de pronto, a veces inesperadamente pero que nos proporciona información que consideramos adecuada y certera, asi que debemos tomarla en cuenta para prevenir momentos desagradables.
La intuición se percibe independiente de nuestros cinco sentidos y eso por eso que se le llama sexto sentido. Algunas personas tienen más afinado su sexto sentido que otras, esto se debe a que en su memoria además de datos se encuentran vivencias de situaciones y formas de resolución de conflictos que surgieron en el pasado.
El sexto sentido actuando de dos formas
Existen dos tipos de intuición: Una relacionada más con la mente y de la que hemos hablado anteriormente y otra es la del cuerpo, donde es éste quien reacciona ante cierta información como por ejemplo cuando la piel se nos enchina ante ciertos hechos o personas que no hemos visto jamás.
Este tipo de intuición relacionada con el cuerpo también nos manda ciertos mensajes, en algunas personas se presenta con imágenes visuales o auditivas de situaciones que ya han ocurrido o que ocurrirán.
Cómo activar y recuperar nuestro sexto sentido.
Meditar regularmente: Liberemos nuestra mente por medio de la meditación y para que pueda recibir el proceso intuitivo. Esto podemos hacerlo a través del yoga.
Realizar ejercicios físicos diariamente para que el cuerpo tenga la energía necesaria y se encuentre alerta para procesar la intuición.
Apartemos un espacio ya sea en el hogar o en el trabajo donde podamos tener momentos a solas, sobre todo cuando necesitamos encontrarnos con nosotros mismos.
Otra manera de mantener activo nuestro sexto sentido es entendiendo que el poseer tal capacidad es una oportunidad para tratarnos y tratar a los demás con respeto y confianza.
Si estas probando tu sexto sentido comienza por aplicarlo en pequeñas cosas, en situaciones no graves para que poco a poco esta habilidad se pueda ejercitar sin presiones.
Hazle caso a los mensajes que te envia tu cuerpo, especialmente para saber reconocer cuándo uno ha tomado una intuición adecuada y cuándo no.
Lleva un registro de las experiencias que has vivido, de tal manera que puedas distinguir en qué momentos percibes más intuitivamente, y qué afecta positiva o negativamente esa capacidad.
Una vez que has intuido alguna situación verificala, asi podrás cerciorarte de la realidad de la intuición y actuar en consecuencia.
Es importante que la intuición vaya de la mano con el autoconocimiento para evitar llegar a conclusiones equivocadas.
Al intuir se debe actuar con honestidad y decir la verdad para no llegar a engañarse con ilusiones falsas.
El cuerpo y la mente son parte importante cuando actúa el sexto sentido, de igual manera lo es el alma quien debe estar abierta al proceso intuitivo a través de la amabilidad y el perdón.
El sexto sentido ubicado en el cerebro
Para científicos de la Washington University de St. Louis, el sexto sentido existe y se encuentra ubicado en la corteza cingulada anterior del cerebro, en una región entre los dos hemisferios.
Actua como un sistema de alarma que advierte cuando alguna cosa no anda bien o cuando nuestras acciones puede comprometernos. Este circuito que proporciona informaciones nos permitan ajustar el rumbo de nuestro comportamiento y hacer que nos pongamos a salvo de los peligros.

La corteza aprende a sentir el engaño y se pone en acción advirtiendo a la persona para que cambie de inmediato su comportamiento . El individuo no toma consciencia de este cambio pero sus reflejos mejoran y esto en la vida real significa que el sistema endógeno hizo sonar la alarma a tiempo para evitar cometer un error.
La corteza cingulada en algunas enfermedades como la esquizofrenia y en los disturbios obsesivo compulsivos puede ser diferente a la de personas sanas, ya que un funcionamiento excesivo de este sistema de alarma inconsciente podría explicar por qué los individuos obsesivo compulsivos ven el peligro en donde no existe.
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